Revisión del sintetizador analógico semimodular Moog Grandmother

Cuando Moog lanzó su modelo de sintetizador semimodular Mother-32, nombrándolo como la madre de todos los sintetizadores, parecía grandioso, pero muchos se inclinaron rápidamente ante sus capacidades. Así que, con la llegada del sintetizador Grandmother, os estaréis preguntando ¿cómo demonios lo han superado?

Aunque la mayoría de los instrumentos y componentes electrónicos de gama alta de Moog son igualmente impresionantes y tienen su propio lugar, la Grandmother reúne un buen número de ellos en un paquete cohesivo. Es un fantástico centro analógico para tus necesidades musicales. Es muy divertido explorar las posibilidades con o sin experiencia real en sintetizadores.

En lugar de presumir de características digitales vanguardistas que hagan que sus competidores puedan competir, se ha ceñido a una funcionalidad totalmente analógica y ha ido a por todas, incorporando una enorme gama.

Como era de esperar, la calidad de fabricación es de primera. Los diales se sienten seguros y todas las conexiones son de calidad de estudio profesional. Pesa unos considerables 7,25 kg y está construido para una inversión a largo plazo.

En principio, tienes un oscilador doble a tu alcance. Hay formas de onda triangular, de sierra, cuadrada y de pulso entre las que se puede elegir y se puede ajustar la modulación de la anchura del pulso. Las distintas etapas del sintetizador están codificadas por colores para facilitar su uso. La sección de la etapa de mezcla le permite añadir ruido a su oscilación, dándole una vibración analógica retro, creando esos infames sonidos de sintetizador Moog.

Presenta un diseño bien pensado que combina un lecho de teclas de 32 notas con un oscilador vintage y una bahía de parches. Las teclas son producidas por la empresa italiana Fatar, una de las marcas líderes en la fabricación de pianos y teclados digitales.

El mother-32 que le precedió ofrecía botones sensibles a la velocidad en lugar del teclado. Se trata de un paso adelante para los instrumentistas que prefieren el tacto de un piano para la producción. Las notas son sensibles a la velocidad y tienen una buena respuesta, lo que permite un juego expresivo.

Se unen en la mitad inferior de esta gran arquitectura por un par de ruedas para la flexión de tono y la modulación. Son de muelle y tienen una buena resistencia; no parece que se vayan a romper. Hay tres botones de transposición en la misma sección - estos son para cambiar las octavas.

También hay un dial de deslizamiento que funciona como portamento. Puedes ajustar la configuración global para conseguir seis tipos de portamento jugando con el tiempo y la velocidad constante lineal. Los botones de transposición son muy eficaces para el control adicional de las funciones del arpegiador incorporado y puedes incluso transponer una secuencia durante la reproducción, una vez grabada. Puede almacenar tres secuencias monofónicas con hasta 256 notas.

Dispone de un filtro paso alto y de un atenuador con bipolaridad. Hay un LFO, así como un filtro envolvente ADSR para darle una amplia gama de parámetros y el sustain se puede controlar con un fader independiente.

Para crear una secuencia hay que seleccionar el modo Rec y tocar las notas. Puedes añadir descansos, lazos y acentos del programa sobre la marcha. La transición es fácil: puedes producir un buen legato y utilizar el contorno de la CV para enfatizar las notas.

Viene con rutas predestinadas que te permiten jugar con él como dispositivo autónomo, o puedes ser creativo y ampliarlo con cables de conexión.

Hay un total de 21 entradas y 16 salidas, junto con un multiplicador pasivo de 4 tomas. Está conectado en paralelo para copiar sus señales. Esto lo convierte en una pieza versátil, que será fácil de incorporar a un Eurorack o, de hecho, a cualquier otro equipo.

Abuela Moog

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